¡Increíble! Niño cae a un pozo de 15 metros en Uyacali y fue rescatado tras 18 horas de trabajo
Un rescate de película. Luego más de 18 horas de arduos trabajos, un niño de un año fue rescatado con vida luego de caer en un pozo de 15 metros de profundidad en Orellana, Ucayali. Los Bomberos, policías y miembros de la Marina de Guerra participaron en la operación de rescate, que se vio complicada por las intensas lluvias.
¿Cómo fue el rescate del niño de 1 año?
El rescate fue una labor desafiante debido a la estrechez del pozo y la inestabilidad del terreno. Las autoridades temían que la excavación pudiera causar un derrumbe, atrapando al niño. Además, las lluvias constantes dificultaban el uso de maquinaria. A pesar de ello, un agente delgado logró descender con cuidado y sacarlo, desatando la alegría de los pobladores.
Desde el inicio de la emergencia, bomberos, policías y miembros de la Marina trabajaron sin descanso para salvar al bebé. Se utilizó una máquina retroexcavadora para abrir un acceso, pero la lluvia interrumpió varias veces la operación. Finalmente, la extracción de tierra se hizo manualmente. Para evitar más filtraciones de agua, se instalaron carpas en la zona del rescate.
¿Cómo cayó el bebé en el pozo?
El incidente ocurrió cuando el padre del menor salió a bañarse en una poza natural en el barrio San Isidro. Sin que él lo notara, su pequeño hijo Jesús lo siguió y, al acercarse a un pozo tubular, cayó dentro. El hombre solo se percató de lo sucedido al escuchar los llantos del niño provenientes del interior del pozo.
Al notar que el pozo era demasiado angosto para ingresar, los vecinos intentaron ayudar introduciendo una cuerda con un celular, logrando grabar al bebé dormido en el fondo. Ante la emergencia, llamaron a las autoridades, quienes se trasladaron a la zona con equipo especializado para iniciar los trabajos de rescate.
Una vez que el bebé fue sacado, fue trasladado de inmediato a un centro de salud cercano. Había pasado muchas horas atrapado y los médicos confirmaron que tenía signos de deshidratación, pero no presentaba lesiones graves. Su estado fue reportado como estable y quedó en observación.
Durante la operación, los rescatistas hicieron todo lo posible para mantener al niño con vida y estable. Le bajaron líquidos, oxígeno y juguetes para calmarlo. A pesar de las inclemencias del clima y la complejidad del rescate, nunca dejaron de trabajar hasta lograr el objetivo: devolver al pequeño sano y salvo a su familia.