Carabayllo: Detonan explosivo dentro de bus de transporte público y deja al menos tres personas heridas
La ola de inseguridad ciudadana en el Perú vuelve a estremecer a la población tras un nuevo atentado contra el transporte público. Un grupo de extorsionadores detonó un explosivo en un bus de la Empresa de Transportes Once de Noviembre S.A. (EMPTONSA) mientras llevaba pasajeros en Carabayllo, dejando al menos tres personas heridas.
Extorsionadores atacan bus de transporte público
El ataque ocurrió cuando la unidad circulaba por la avenida Túpac Amaru, a la altura del Parque Santa Rosa. La explosión provocó daños considerables en uno de los costados del vehículo, generando pánico entre los pasajeros y transeúntes. Imágenes difundidas en redes sociales mostraron el forado dejado por el artefacto y el traslado de los heridos.
"Acaban de ponerle una bomba casera al Emptonsa. Hay tres heridos frente a Lubricantes León, a la altura del Parque Santa Rosa. Compañeros tienen que tener más cuidado. De vuelta cayó un Emptonsa", se escucha decir a un testigo de la explosión en un video que circula en redes sociales.
Este hecho no es aislado. EMPTONSA viene siendo víctima de amenazas desde 2024, cuando organizaciones criminales comenzaron a exigir pagos diarios para evitar atentados contra choferes y cobradores. La exigencia de un "cupo" de cinco soles por unidad ha convertido sus operaciones en un blanco constante de violencia.
En julio de este año, la empresa se sumó a protestas de transportistas contra la inseguridad, exigiendo medidas más firmes del Estado. Pese a ello, los ataques no cesaron. Semanas atrás, uno de sus conductores, Jonathan Silva Padilla, fue ultimado a balazos por sicarios en Punchauca mientras retornaba al paradero.
Ola de extorsiones en Lima
En los últimos meses, más del 70 % de las empresas de transporte público formal en Lima y Callao han sido víctimas de extorsión. Criminales organizados exigen pagos (cuotas) diarios o semanales a cambio de "protección", y en algunos casos, varias bandas extorsionan a una sola línea. Desde setiembre de 2024, 15 conductores han sido asesinados y 20 han resultado heridos por negarse a pagar.
Según estimaciones del sector, las cuotas mensuales superan los S/ 10 millones, y algunas empresas deben desembolsar hasta S/ 60,000 al mes, poniendo en riesgo su operatividad y la seguridad de pasajeros y trabajadores.
El crimen de Silva y el reciente atentado evidencian la facilidad con la que los grupos criminales actúan, incluso en zonas transitadas y en pleno día. La falta de control sobre estas mafias mantiene en riesgo la vida de cientos de trabajadores y pasajeros que dependen del transporte público.