Una niña de 5 años fue a comprar dulces en Neuquén, Argentina, y fue secuestrada, golpeada y violada por un funcionario policial.
La pequeña había ido a comprar chupetes -o "Coyac"- a un kiosco, que se encontraba a pocos metros de la casa de su abuelo en la localidad de Chos Malall. Sin embargo, tal como registraron cámaras de seguridad, la pequeña fue secuestrada por un policía, quien la obligó a subir a su vehículo.
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Roxana Albarrán, tía de la niña, sostuvo en una radio que “mi papá la vio entrar al kiosco e ingresó a su casa dos segundos a buscar un destornillador y salió. Como mi sobrina no aparecía, fue al comercio y le dijeron que había comprado chupetines y que se había ido”.
La niña logró escapar del sujeto y le contó todo a su madre, por lo que pidieron las cámaras de seguridad. “La nena está mal, no se despega de su mamá. Este tipo la agredió: le decía te callas o si no te pegó. Ella lloraba mucho”, relató la tía.
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El Ministerio Público sostuvo que el sujeto tomó en brazos a la niña tras salir del kiosco y la subió violentamente a su auto, ocasionándole una lesión en la mano. Tras amenazarla, la llevó hasta su casa.
El funcionario fue detenido, expulsado de la policía y se encuentra en prisión preventiva mientras se indaga el caso. La causa fue catalogada como "abuso sexual gravemente ultrajante en concurso ideal con privación ilegítima de la libertad, doblemente calificado por la edad de la víctima y por ser el acusado un funcionario policía”. Además, se conoció que ya tenía una causa por posesión de pornografía infantil.
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