Una mujer fue condenada a cadena perpetua tras haber metido a su bebé de un mes de nacida al microondas, presuntamente el menor sufrió quemaduras que terminaron por acabar con su vida.
La joven madre, China Arnold, de 28 años, terminó con la vida de su primogénita tras una noche de copas en la que no recordaba lo que le había pasado a la pequeña Paris Talley.
Trágico suceso
El día del crimen, Arnold y el padre de la niña se despertaron temprano y éste se dio cuenta de que algo le sucedía a la pequeña.
Según investigaciones, Arnold puso intencionadamente a su bebé en el horno durante una discusión con su novio por la presunta paternidad de la pequeña.
Rápidamente la llevaron a un hospital, donde ingresó inconsciente y posteriormente murió.
Sin embargo, la ausencia de quemaduras externas les hizo descartar que fuese originada por fuego o agua hirviendo.
La condena
Debido a la gravedad de sus acciones la mujer fue condenada a cadena perpetua el 8 de septiembre de 2008.
La jueza Mary Wiseman rechazó la petición de la defensa para que la mujer tenga posibilidad de salir en libertad condicional.
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Según el abogado, recalcó que Arnold «amaba a su bebé con todo su corazón», y que la acusada se lamentaba «de haber bebido tanto la noche del suceso, hasta el punto de no recordar lo que había ocurrido».
Una atrocidad
La juez a cargo del caso afirmó que la mujer cometió un crimen que es difícil de asimilar por la crueldad de sus acciones con su propia hija.
«No existe ningún adjetivo que describa adecuadamente la horrible atrocidad de este crimen. Fue un acto impactante y completamente aborrecible en una sociedad civilizada», recalcó.
Cabe resaltar, que este suceso ocurrió el 30 de agosto del 2005, sin embargo, este es uno de los acontecimientos más escalofriantes en la historia de los Estados Unidos.Usuarios consternados
Esta historia de terror sigue dando de que hablar hasta el día de hoy, por lo que cibernautas continúan comentando el horripilante caso en redes.
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“No entiendo como alguien puede hacer eso”, “A veces me asquea el mundo”, “Dios mío pobre bebé”, “No todas las madres son "sagradas", ni "buenas", ni dignas de reconocer”, fueron algunos de los comentarios en redes.