De tres balazos fue asesinado un sujeto de 49 años, en manos de dos sicarios que se encontraban a bordo de una motocicleta, y quienes después de acribillarlo tomaron fotos al cadáver, para enviarlas como prueba a la persona que los contrató.
La víctima fue identificada como Carlos Vila Fernández, quien fue atacada cuando bebía alcohol junto a unos amigos en una tienda, ubicada en el asentamiento humano Mariscal Castilla, en el Rímac.
Testigos indicaron que el infortunado recibió una llamada telefónica que lo hizo salir del local, y casi de inmediato se aparecieron dos hombres quienes sin mediar palabra lo balearon a sangre fría.
“Lo han llamado, él ha salido y le han disparado. Que atrapen a esos cobardes que le han quitado la vida a mi amigo porque él no se metía con nadie. Habrá tenido muchos defectos, pero no se metía con nadie y no le quitaba nada a nadie”, contó una amiga de la víctima.
Uno de los testigos del crimen reveló que tras el brutal asesinato vio como un tercer sujeto al parecer de nacionalidad extranjera se acercó al cadáver y le tomó una fotografía para terminar huyendo de la escena del crimen junto a sus otros dos cómplices.
Hasta el lugar llegó personal de la División de Homicidios y Peritos de Criminalística para iniciar con las investigaciones, pero todo indica que se trataría de un ajuste de cuentas porque de acuerdo a las primeras investigaciones, en el año 2012 Vila Fernández junto a otros sujetos fueron intervenidos en su casa con cerca de mil envoltorios de pasta básica de cocaína y S/6.400 por la venta de la droga. Los vecinos pidieron a las autoridades que refuercen el patrullaje, pues aseguran que a diario son víctimas de violentos asaltos.
El dato: El asesinato habría sido por encargo. La Policía confirmó que a la víctima no le robaron ninguna de sus pertenencias.
Esto te puede interesar: Lo matan de 20 balazos delante de su familia