Un incalificable hallazgo se produjo este miércoles en Morón donde una mujer escuchó un llanto, se acercó a un grupo de bolsas de basura acumuladas en la vereda y encontró a una bebé envuelta en una campera.
Todo sucedió en las calles Avellaneda y Los Olivos, del mencionado distrito del Conurbano bonaerense oeste, e inmediatamente la mujer se comunicó con el 911 por lo que un patrullero de la Comisaría Primera se hizo presente en el lugar.
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Al arribar los policías se entrevistaron con la mujer, quien tenía en sus brazos a la pequeña recién nacida e indicó el lugar donde la había hallado, y sin dudarlo la subieron al móvil y la trasladaron al Hospital Municipal local.
Con el correr de las horas desde el mencionado nosocomio informaron que la beba se encuentra en buen estado de salud, compensada en el Hospital Municipal, y agradecieron al rápido accionar de la vecina que llamó a la central de monitoreo, a la policía y al personal médico actuante.
“Es una recién nacida y las enfermeras la están cuidando con mucho amor”, señalaron.
El caso recayó en la UFI Nº 5 del Departamento Judicial Morón, a cargo del fiscal Claudio Oviedo, quien caratuló la causa como “abandono de persona” y se aboca a hallar a los padres de la pequeña.
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“Me doy asco, no tengo ganas de vivir”: Estremecedor mensaje de ucraniana violada por militares rusos
Con la voz quebrada, una mujer intenta hablar del horror que vivió en su país. Según relata, militares rusos la eligieron por ser esposa de un militar ucraniano y fue violada a mano de dos cobardes.
Este testimonio ejemplifica los temores de organizaciones de derechos humanos que muestran indicios del uso de la violación como «arma de guerra» en Ucrania.
Entrevistada en Zaporiyia, una ciudad a la que llegan a diario miles de desplazados forzados a abandonar sus casas por la ocupación rusa en el sur de Ucrania, esta mujer rubia espera un autobús para unirse a sus cuatro hijos en Vinnytsia, en el centro del país.
Desde el primer día de la invasión, el 24 de febrero, los envió allá, lejos de su casa de la región de Jersón (sur), en primera línea ante el avance de los rusos.
Su marido, que combate desde hace dos años a los separatistas prorrusos en el Donbás, en el este de Ucrania, fue enviado al frente y ella se quedó sola para trasladar sus pertenencias.
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