Por distintas circunstancias de la vida, hay personas que deben abandonar los estudios cuando son niños y más nueva vuelven regresar a las aulas. Muchos de estos jóvenes deben dedicarse a trabajar desde muy temprano para poder aportar en sus hogares y no pueden seguir cursando clases.
Así era el caso de Djanira Santana, una mujer de ahora 49 años de edad de Santa Terezinha, en Pernambuco, Brasil, la cual tuvo un giro en su vida ahora de adulta. Su hijo, Danilo Santana, quien es científico social y exalumno del Colegio Estatal Luís Eduardo Magallanes, le ha ayudado a regresar a los estudios.
Según reseñó la organización benéfica Razones para Creer, el joven de 24 años hizo realidad el sueño de su madre al ayudarla a volver a clases después de tanto tiempo. Fueron exactamente 29 años los que estuvo Djanira sin estudiar, cuando se dedicó a criar a sus tres hijos y trabajar como cocinera.
Una mujer guerrera
Por ello, asistió a su primer día de clases el pasado 17 de febrero. Sin embargo, ella no ha dejado de trabajar y actualmente cocina para un Centro de Servicios Multidisciplinarios para Personas con Necesidades Educativas Especiales, pero dejando tiempo para estudiar.
“Estoy muy feliz, porque cuando tenemos un sueño volamos hacia él. Es genial volver a esta escuela, hacer nuevos amigos y aprender de los profesores. Siempre he alentado a mis hijos en sus estudios y, hoy, todos están graduados. Tengo buenas expectativas y espero adquirir nuevos conocimientos”, comentó Djanira.
“Voy a estudiar mucho para graduarme e ir a la universidad, porque yo también tengo este sueño”, agregó la madre, muy emocionada.
Todo esto comenzó con un encuentro que tuvo Danilo con otros líderes estudiantiles, donde pudo planificar el regreso de su mamá a las aulas.
“Allí conocí al equipo central y una de las personas era responsable del archivo. Le hablé del sueño de mi madre y de la necesidad de encontrar un documento. El técnico pidió el nombre completo de mi madre y decidió buscar en el expediente”, dijo.
Pero también existía una razón especial para el joven, apoyar a su madre en este deseo que tenía. “Ella siempre me animó a estudiar y estuvo presente en todas las etapas de mi proceso educativo. Es una gran emoción volver con ella a la escuela que fue parte de nuestras vidas en diferentes momentos para cumplir su anhelo de estudiar. El sentimiento es de gratitud y deber cumplido”, expresó.
