El nevado Huascarán es el más alto del Perú y decenas de turistas intentan escalarlo cada año. Sin embargo, hace unos días los agentes del Departamento de Salvamento de Alta Montaña de la Policía Nacional del Perú (PNP) hicieron un sorprendente descubrimiento al encontrar el cuerpo momificado de un montañista que habría desaparecido hace 22 años.
El cuerpo hallado pertenecería al ciudadano estadounidense William Stanfold, quién desapareció el 24 de junio de 2002 debido a una avalancha. El cuerpo fue encontrado gracias la labor del Departamento de Salvamento de Alta Montaña (Depsam) en la zona conocida como Campo Base 1, misma que se caracteriza por tener profundas grietas.
El hallazgo, realizado a a 5200 m.s.n.m., fue complicado debido a las duras condiciones climáticas del entorno. Sin embargo, el cuerpo del montañista aún conservaba su vestimenta y herramientas de escalada intactas, incluyendo arneses, cuerdas de seguridad, botas con crampones, entre otros. Según indicaron los rescatistas, el cuerpo habría quedado expuesto debido a la desglaciación.
Tras varias horas de labores de rescate, los agentes lograron trasladar el cuerpo del montañista a la Morgue Central de Yungay para que se lo realicen todos los procedimientos de ley y sea identificado plenamente. Una vez se conozca su identidad, se pondrá en contacto con sus familiares en el extranjero.
El difícil acceso al Huascarán
Escalar el nevado Huascarán, la montaña más alta del Perú, es un desafío monumental debido a varias razones. Situado en la Cordillera Blanca, este coloso de 6,768 metros de altura impone retos tanto físicos como técnicos a los montañistas. Uno de los principales obstáculos es la altitud extrema, que provoca mal de altura, afectando la respiración y el rendimiento físico.
Además, el Huascarán es conocido por sus condiciones climáticas impredecibles. Las tormentas repentinas y las bajas temperaturas pueden hacer que la escalada sea peligrosa, incluso para los alpinistas más experimentados. La montaña también presenta terrenos difíciles, como glaciares, grietas profundas y paredes de hielo empinadas, que requieren habilidades avanzadas en alpinismo y el uso de equipos especializados.
Finalmente, la logística de la expedición es compleja. Se necesita una planificación meticulosa para asegurar el suministro adecuado de alimentos, equipo y personal de apoyo. Estos factores combinados hacen que escalar el Huascarán sea una hazaña complicada, reservada solo para aquellos preparados para enfrentar sus múltiples desafíos.
No cabe duda que el nevado Huascarán es uno de los desafíos más grandes para los montañistas, incluso para los más experimentados, por lo que muchos pueden fallar en su intento de hacer cumbre y hasta perder la vida como le habría sucedido a el turista estadounidense desaparecido en el 2002.