Paolo Guerrero se encuentra en una disputa legal con la familia Acuña debido a que ha decidido no cumplir su contrato con el club César Vallejo, a raíz que su madre Doña Peta y otros miembros de su familia han recibido amenazas y extorsiones por supuestos delincuentes de Trujillo. Pese a esta situación, el futbolista se ha dado un tiempo para disfrutar con su pareja Ana Paula Consorte en Río de Janeiro. Conoce más detalles en la siguiente nota.
Paolo Guerrero celebrando en Río de Janeiro
El popular tiktoker Ric La Torre compartió un video donde se le observa al 'Depredador' en las celebraciones del Carnval de Río de Janeiro y dando un mordisco en los labios de la madre de sus dos últimos hijos, Ana Paula Consorte. De esta manera, el pelotero hace una pausa a la controvertida pelea que está dando para rescindir de su contrato y no formar parte de las filas del club César Vallejo.
No obstante, la polémica por su incumplimiento del contrato ha desatado la polémica en el Perú. Incluso, el delantero se ha llevado una ola de críticas por parte de diversos medios e hinchas. Por otro lado, se dejó entrever que el quisiera jugar en Lima, pero no en Trujillo. No obstante, el futbolista señala que no quiere jugar en Trujillo por el bienestar de su familia y para evitar consecuencias mayores debido a las amenazas que ha recibido su familia.
Se niega ir a Trujillo
Recientemente, Paolo Guerrero emitió un comunicado para exponer sus razones para no jugar en la Universidad César Vallejo de Trujillo, reiterando que lo hace por la seguridad de su familia, luego que sus seres queridos hayan sido amenazados por extorsionadores. "Así como defiendo la camiseta de mi país, debo proteger a mi familia", expresó en el documento.
El sábado 17 de febrero, el recordado capitán de la selección peruana difundió una carta en la que ofreció disculpas a la población trujillana por su decisión de renunciar al equipo y por las declaraciones relacionadas con los problemas de seguridad ciudadana. Asimismo, reafirmó su posición de no jugar en la UCV.
"En mi decisión de rescindir el contrato laboral y solicitar mi desvinculación ha primado la vida, la seguridad y la tranquilidad de mi familia, amenazada expresamente, según los mensajes extorsivos, si iba a vivir a Trujillo. No existe ninguna promesa que garantice que no les pasará nada; y tranzar con la delincuencia no puede ser el camino para resolver este problema. Siento que, así como defiendo la camiseta de mi país en la cancha, dando lo mejor de mí hasta el último momento, debo proteger a mi familia", escribió el 'Depredador' en sus redes sociales.