Los incendios forestales en la Patagonia argentina han consumido más de 28.100 hectáreas desde diciembre, afectando gravemente los ecosistemas y la vida de cientos de personas. La situación sigue fuera de control en varias provincias, con miles de evacuados y un fallecido. Ambientalistas advierten sobre el impacto del cambio climático en la propagación del fuego.
Regiones afectadas y daños ambientales
Las provincias de Neuquén, Río Negro y Chubut han sido las más perjudicadas. En el Parque Nacional Nahuel Huapi, el fuego ha arrasado 10.700 hectáreas, mientras que en el Lanín ya se han perdido 7.000. Según Greenpeace, la recuperación de estos bosques podría tardar hasta 200 años debido a la magnitud del desastre ambiental.
En El Bolsón, Río Negro, las llamas han destruido 3.300 hectáreas y afectado a más de 100 viviendas. En Epuyén, Chubut, el fuego arrasó 3.500 hectáreas, mientras que en Atilio Viglione se han perdido 3.200. La sequía extrema, el viento y las altas temperaturas han favorecido la rápida propagación del incendio en estas zonas.
Expertos advierten que la superficie arrasada triplica el saldo de la temporada anterior, lo que evidencia una crisis ambiental sin precedentes. Hernán Giardini, de Greenpeace Argentina, denunció que el 95% de los incendios en el país son causados por la acción humana, agravados por la falta de políticas efectivas de prevención.
Evacuaciones y esfuerzos de contención
Hasta el momento, alrededor de 1.000 personas han sido evacuadas en distintas localidades. En Junín de los Andes, el gobernador de Neuquén, Rolando Figueroa, visitó un centro de evacuados para brindar apoyo a los damnificados. En El Bolsón, las autoridades han ordenado nuevas evacuaciones debido al peligro inminente del avance de las llamas.
Más de 500 brigadistas trabajan en las zonas afectadas, pero las condiciones climáticas dificultan el control del fuego. La Coordinación Única de Operaciones (CUO) declaró alerta roja y solicitó refuerzos de bomberos desde el centro del país. El humo ha impedido el despliegue temprano de medios aéreos en algunas áreas críticas.
El paso fronterizo Mamuil Malal, entre Argentina y Chile, fue cerrado para prevenir accidentes. Mientras tanto, las autoridades siguen en alerta, ya que las altas temperaturas y los fuertes vientos podrían empeorar la situación en los próximos días. La emergencia sigue activa, y se espera la llegada de más ayuda para contener la catástrofe.
De esta forma, la situación en la Patagonia argentina sigue siendo crítica, con miles de hectáreas arrasadas y cientos de evacuados. Expertos advierten que los incendios podrían empeorar si no se toman medidas urgentes. La recuperación ambiental tomará décadas, dejando un impacto devastador en la región.