Quizás entre las profesiones y los oficios ser un “abrazador profesional” sea una de las ocupaciones más extrañas, pero a eso se dedica Trevor Hooton, un hombre de 30 años quien ofrece un servicio de “terapia de abrazos” por un costo de 75 libras esterlinas (88 dólares) la hora.
Este joven originario de Canadá pero que reside en Bristol, Inglaterra, se dedica a dar terapias de conexión entre personas, para se reencuentren consigo mismas. Por eso cree que los abrazos son una buena herramienta en esta conexión, pero también rechaza que sea señalado como algo sexual.
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“Se trata de verter cuidado, afecto y buena voluntad en alguien a través del tacto”, explicó Hooto. “Construí un negocio basado en mi pasión por construir conexiones humanas. A muchas personas les cuesta hacer eso y ahí es donde yo intervengo: es más que solo acurrucarse, es darles a las personas las cosas que necesitan, sea lo que sea. Con los terapeutas de abrazos, estás contratando su tiempo, atención y cuidado. Es más que simplemente abrazar a un extraño”, detalló. Hombre.
Hooton, quien es conocido como “Treasure” (Tesoro) comentó que para muchos puede ser complicado al principio, pero luego de que entran en confianza todo mejora. “La gente debería preguntarse 'si pudieras tener una hora para no hacer nada más que sentirte cuidado, apoyado y amado, ¿cómo sería? ¿sientes?'”, dijo.
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“Siempre es una intimidad platónica no sexual, basada en lo que la persona quiera. Nos reunimos, repasamos las pautas para asegurarnos de que estamos en la misma página y luego estructuramos la sesión en función de lo que ellos quieren. Hay mucho control para ver cómo se sienten y qué quieren, lo que sea que les ayude a sentirse seguros y tranquilos”, agregó.
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