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¡El último adiós!

Alberto Fujimori fue enterrado en Huachipa: "El Ritmo del Chino" marcó su despedida y cumplió último deseo

Alberto Fujimori fue sepultado en el cementerio Campo Fe de Huachipa, con la canción popular de su gobierno como parte del homenaje. Además, Keiko Fujimori le cumplió su último deseo.

Alberto Fujimori enterrado entre lágrimas y aplausos en Huachipa.
Alberto Fujimori enterrado entre lágrimas y aplausos en Huachipa. (Composición Karibeña)

El expresidente Alberto Fujimori fue sepultado el sábado 14 de septiembre en el cementerio Campo Fe de Huachipa, rodeado de su familia, amigos y miles de simpatizantes. Entre lágrimas, aplausos y hasta con la canción "El Ritmo del Chino" de fondo, se despidió a uno de los presidentes más polémicos en la historia reciente del Perú.

Alberto Fujimori fue enterrado al ritmo de "El Ritmo del Chino"

El expresidente Alberto Fujimori fue enterrado en el cementerio 'Campo Fe' de Huachipa el 14 de septiembre de 2024, en una ceremonia marcada por la presencia de su familia, amigos cercanos y miles de simpatizantes. Durante el entierro, se escucharon aplausos y muestras de cariño de quienes lo apoyaron durante su vida política. 

Uno de los momentos más comentados fue cuando sonó la canción "El Ritmo del Chino" o también llamada "El Baile del Chino", una melodía popular durante su gobierno.

El cuerpo del exmandatario, quien falleció el 11 de septiembre en la casa de su hija Keiko Fujimori, fue llevado en caravana desde el Palacio de Gobierno hasta el cementerio. Durante el trayecto, miles de personas se congregaron para darle el último adiós. Entre flores blancas y muestras de cariño, su féretro fue descendido a la tumba que compartirá con su exesposa, Susana Higuchi.

Keiko Fujimori, quien se mostró visiblemente afectada, reveló el deseo de su padre: "Papá me pidió que lo trajera aquí, junto a mamá. Aunque fue un divorcio duro, ellos lograron amistarse con el tiempo. Hoy, cumplimos su deseo". Este mensaje, según la ex candidata presidencial, reflejaba la reconciliación entre sus padres antes de su muerte.

Despedida en medio de aplausos. El homenaje no solo fue emotivo para la familia, sino también para los miles de seguidores de Fujimori. 

"Gracias por tanto, papá", comentó Keiko frente al féretro, mientras Kenji Fujimori, notablemente emocionado, afirmó: "Nunca va a morir el Chino". Ambos hijos se despidieron entre lágrimas, mientras Kyara, la nieta de Fujimori, comentó que su abuelo siempre fue su "persona favorita".

Los simpatizantes del expresidente lo despidieron con aplausos y muestras de afecto, coreando "¡Kenji presidente!" durante la ceremonia. Este grito se escuchó en varias ocasiones, mientras los asistentes recordaban el legado del exmandatario.

Protestas y controversia

Sin embargo, no todos fueron aplausos. Durante el trayecto hacia el cementerio, desde el Mincul al Palacio y de Palacio al Camposanto, grupos de opositores se hicieron notar con pancartas que decían "Fujimori genocida" y "Cantuta no olvida", en referencia a los crímenes y violaciones a los derechos humanos que marcaron su gobierno.

Opositores de Alberto Fujimori protestan en los exteriores del cementerio de Campo Fe. (Latina Noticias)
Opositores de Alberto Fujimori protestan en los exteriores del cementerio de Campo Fe. (Latina Noticias)

Pese a las manifestaciones, la familia y los seguidores de Fujimori continuaron con la ceremonia sin interrupciones. Al final, la atención se centró en el momento en que el ataúd fue cubierto de flores, cerrando una etapa en la historia política del Perú.

Un legado polémico. Alberto Fujimori, presidente del Perú entre 1990 y 2000, fue una figura controvertida. Su gobierno es recordado tanto por la pacificación del país durante la lucha contra el terrorismo, como por los abusos de derechos humanos, como los casos de La Cantuta y Barrios Altos, que finalmente lo llevaron a prisión.

A pesar de su condena, muchos peruanos aún lo consideran un héroe, mientras otros recuerdan las dolorosas heridas de su régimen. Así, entre aplausos y lágrimas, el legado de Alberto Fujimori sigue dividiendo al Perú, incluso en su último adiós.

Karibeña