Sídney sabía que el aumento de busto haría muy feliz a Amanda, su esposa, por lo cual comenzó a ahorrar moneda a moneda hasta alcanzar la cifra. “En todos mis proyectos profesionales me apoya. Cuando tienes un sueño, te enfocas”, dijo.
Los detalles entre las parejas son importantes que expresar el cariño entre uno y otro. A veces pueden ser regalos muy sencillos o en otras ocasiones unos muy costosos, o inclusos muy específicos como lo hizo con su novia este hombre de Praia Grande en Sao Paulo, Brasil.
Sídney Nardes, de 47 años de edad, sabía que su querida Amanda Araújo, de 36 años, siempre había querido aumentar su busto con implantes de senos, por lo cual comenzó a ahorrar dinero en un envase de agua de 20 litros hasta alcanzar la meta. Cuando descubrieron que tenían unos 20.000 reales (casi 4.000 dólares) le hizo el regalo.
Un emotivo propósito
Todo esto tenía la intención de ayudar en el autoestima de su novia, quien cree que su cuerpo ha ido perdiendo figura, por lo cual sería ideal darle otra forma a través de los implantes.
El pasado 18 de febrero Amanda fue dada de alta en el Hospital Beneficencia Portuguesa, en Santos, según reseñó G1. Se hizo una cirugía plástica de senos y vientre, la cual salió exitosa. En principio debía solo hacerse una intervención por una hernia, pero su esposo aprovechó para ofrecerle el implante de busto, para cumplir su sueño.
“Me miré en el espejo y vi que estaba perdiendo mi figura femenina. Quería recuperar mi autoestima. Incluso pesaba 100 kilogramos y él me dijo que era hermosa. Dije que no. Un día, él quiso operarse, animado por mi cuñada, su hermana. Pero fui tras los preciosas y vi que era una realidad muy lejana“, relató Amanda.
“Lloré mucho. Entonces dijo que, si era un sueño, los sueños están para cumplirse“, agregó.
Para recaudar el dinero, ajustaron sus cuentas y comenzaron a gastar menos dinero en cosas no esenciales para el hogar. Al vivir con tres niños no fue tarea fácil pero lograron hacerlo con paciencia.
“Solíamos comer pizza casi todos los fines de semana y empezamos a dejar de hacerlo. Solíamos salir a fiestas y luego no salimos. Era economía en luz, economía en aire acondicionado, en agua. Tomamos un galón de agua de 20 litros y pusimos el dinero. Hice una caja fuerte con eso y logré recaudar cerca de 3.000 reales”, detalló Sídney.
Aunque antes habían recolectado más dinero, este tuvo que ser gastado en la casa del papá de Sídney, el cual necesitaba unos arreglos. “Entonces vi que ella estaba conmigo en cualquier situación. Es una súper compañera, es una amiga. En todos mis proyectos profesionales me apoya. Cuando tienes un sueño, te enfocas. Y yo quería verla feliz”, comentó el esposo.