El caso de Isa González, una joven que fue despedida después de regresar de sus vacaciones en Europa, ha generado una ola de apoyo en redes sociales. Su historia, contada a través de un video en TikTok, ha alcanzado más de 600 mil reproducciones y miles de comentarios.
¿Qué pasó con Isa Gonzáles?
La joven relató que solicitó vacaciones sin goce de sueldo, pero su jefa nunca entregó el permiso a Recursos Humanos. Al volver, continuó trabajando durante 15 días sin problemas, hasta que le informaron que su contrato se había incumplido. "Me dijeron que ellos no estaban enterados de mi situación", contó.
La joven explicó que la empresa la consideraba trabajadora "honoraria" y, según le indicaron, no tenía derecho a vacaciones. Sin embargo, le aseguraron que podía tomarlas sin goce de sueldo. "A los 15 días de regresar, me corrieron y no me pagaron esos días", denunció.
En el video, Isa aparece sonriente recorriendo calles europeas, pero la escena cambia cuando muestra su rostro llorando. Este contraste tocó a miles de internautas, quienes coincidieron en que la verdadera responsable era su jefa por no cumplir el procedimiento, y el tema se convirtió rápidamente en tendencia.
Entre los comentarios, abundan mensajes de respaldo y solidaridad. Muchos usuarios señalan que el despido fue injusto y que la empresa debió asumir el error interno. La indignación ha crecido, ya que casos similares han sido denunciados por otros trabajadores en redes.
¿Qué son las vacaciones sin goce de sueldo?
Las vacaciones sin goce de sueldo son un permiso laboral donde el trabajador se ausenta de sus labores sin recibir pago durante ese periodo. Este tipo de vacaciones se solicitan cuando el empleado necesita tiempo libre, pero la empresa no puede o no está obligada a pagarle esos días. Es una opción voluntaria para ambos.
Aunque el trabajador no recibe salario, conserva su puesto y antigüedad en la empresa. Estas vacaciones deben ser acordadas previamente con la empresa y cumplir con las normativas laborales vigentes. Son comunes en casos de viajes prolongados, estudios o situaciones personales, y ayudan a evitar conflictos entre el descanso del empleado y las necesidades operativas de la empresa.
La viralización del caso de Isa refleja cómo las plataformas digitales se han convertido en un espacio de denuncia y apoyo colectivo. Su experiencia no solo evidencia fallas laborales, sino también la fuerza de la solidaridad virtual frente a injusticias en el ámbito profesional.